El encanto de mis cafeteras en Loma Ceballos

 


Hay cosas que nos transportan a momentos especiales, y para mí, una de ellas son mis cafeteras. En Loma Ceballos, cada una tiene su historia, su encanto y su rincón especial. No son solo objetos para preparar café… son parte de la vida diaria, de los aromas que llenan el aire cada mañana y de las conversaciones que comienzan con una taza caliente entre las manos.

Me encanta tener distintas cafeteras, porque cada una aporta algo diferente: la italiana que hace el café fuerte y con cuerpo, la prensa francesa que da ese toque suave y elegante, y la clásica, que me recuerda a los tiempos de antes, cuando el café se hacía con calma, sin prisas.


En Loma Ceballos, el café sabe distinto. Quizás es el aire del campo, el silencio que acompaña cada sorbo, o simplemente la paz que se respira en este lugar. Sentarme a disfrutarlo mientras contemplo el paisaje se ha vuelto uno de mis rituales favoritos.

Más que una bebida, el café se ha convertido en una experiencia: el sonido del agua hirviendo, el aroma que se extiende por la casa, y ese primer sorbo que parece decir “buen día”.


Si algún día vienes a Loma Ceballos, te invito a probar una taza conmigo. Te aseguro que el café aquí tiene un sabor especial… quizás porque está hecho con amor, entre montañas, flores y gratitud. ☕💛


Un abrazo,

Joselyn

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